José:
Como adolescente, luego de leer su nota, me vi obligada a responderla desde mi conocimiento y experiencia, como parte de la juventud de hoy en día.
Desde mi lugar, puedo afirmar que la despenalización del consumo individual de la marihuana no va a sacar el consumo masivo. Primero, porque en los últimos años este creció muchísimo estando penalizado; por lo tanto su despenalización no podría generalizar más el consumo de lo que está ahora. Y además, porque lo que atrae a un sector de la población a consumir es, justamente, su prohibición. Al despenalizar el consumo personal, hay una cantidad inmensa de personas que van a dejar de consumir. Quiero decir, los jóvenes de 18 años que antes se drogaban únicamente por el hecho de hacer algo prohibido, ahora no lo van a hacer ya que va a estar permitido. Lo mismo pasa con el cigarrillo, lo que lleva, en parte, a los menores de 18 años a probar es que no esté permitido fumar.
Otro punto importante para recalcar, es que la marihuana no causa adicción como otras drogas (por ejemplo la nicotina), no deteriora y tampoco es nociva (en cierta cantidad) para la calidad de vida de las personas; entonces no se puede comparar con el paco, por ejemplo. La marihuana, además, es una planta cuyo efecto no hace perder el control a las personas, sino todo lo contrario; no es un estimulante para causar daño a terceros (como el éxtasis por ejemplo, que eleva las emociones hasta no poder controlarlas).
En lo que respecta a la parte de la población que regularmente consume marihuana, con la despenalización van a poder continuar con su estilo de vida sin perjudicar a nadie. Y además va a disminuir el fenómeno de los “transas”, la gente va a plantar más marihuana en las casas y así consumir algo mucho más saludable que lo que se consigue allá afuera, en la calle.
Por todo esto y mucho más, desde mi perspectiva del adolescente, la despenalización es un triunfo en muchísimos aspectos, que no hace ni más ni menos que defender la autonomía de los hombres en sus actos privados.
Milena Michán